Situado en un lugar estratégico, hay evidentes restos de su estructura como antigua fortaleza: dos de sus cuatro puertas (la Puerta de Castro y la de Postigo) así como la configuración de sus calles que nos recuerda la disposición de los campamentos romanos. Investigadores prestigiosos han localizado restos prerromanos y romanos (cerámica celtibérica, cornamenta de cérvidos, adobes romanos, monedas, objetos diversos...).
Esta antiquísima villa, quizá fuera poblada por los primeros invasores indoeuropeos, ya que así nos lo dice su primitivo nombre "Breta" (prefijo de origen celta) que subsistió durante siglos. Otros opinan que su nombre data de finales del siglo XV y debe su origen a un personaje ilustre, Fray Diego Rodríguez de Vertavillo.
En el siglo IX los habitantes de la villa la denominan "Bretabello" o "Antiguo Breto" siendo repoblada y levantando un castillo rodeado de fuerte muralla con cuatro puertas. En el siglo XI era "Bretaviello".
En la Iglesia de San Miguel confluyen elementos
románicos, góticos y renacentistas muy bien conservados.
Sobre el pórtico y la fachada de estilo románico se asienta
una galería de ventanales. En la decoración de los capiteles
se incluyen grotescas figuras humanas, animales y elementos vegetales.
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El patrono de la villa, San Miguel Arcángel, preside el retablo mayor, de estilo barroco. Las naves central y laterales se cubren con bóveda de arista, mientras que los brazos del crucero, la capilla mayor y la sacristía conservan sus primitivas bóvedas de crucería del siglo XIII. En la cabecera de la iglesia se levanta la torre, del siglo XVII, de cuatro cuerpos. A los pies se abre una portada del siglo XIII con arquivoltas lisas y otra en la nave de la epístola, también apuntada y del siglo XIII. Techumbre mudéjar policromada.
En el año 1.537 el Rey D. Carlos I concedió el título de "Villa" y le eximió de la jurisdicción de Baltanás, por lo que fue erigido un monumental "rollo", renacentista, símbolo de la jurisdicción de Vertavillo y en el que figura el escudo de D. Carlos I.
La ermita del Santo Cristo del Consuelo es del siglo XVII, de piedra y de una sola nave con crucero.