Presentaremos a continuación unas pequeñas biografías de los santos que tenemos en la iglesia. San Isidro, San Antonio de Padua, San Roque, San Julián y San José.
 
SAN JULIÁN

    Nació en Antioquía (Siria), de una familia que se preocupó por darle una muy buena formación religiosa. 

    Sus padres querían que se casara con una joven de familia muy rica, pero Julián tuvo una visión en la cual vio algunos de los premios que Dios reserva para quienes conservan su virginidad y narró su visión a la novia. Los dos, de común acuerdo, hicieron voto de castidad. Después murieron los padres de los dos jóvenes, y entonces Julián y su prometida se fueron cada uno a un desierto a orar, y a hacer penitencia y cada cual fundó un monasterio. Julián un monasterio para hombres y ella uno para mujeres.

    Muchos hombres deseosos de conseguir la santidad se fueron a acompañar a Julián en su vida de religioso y lo nombraron superior. El los dirigió con especial cariño y con gran prudencia. Era el que más duro trabajaba, el que mayores favores hacía a todos y el más fervoroso en la oración. 

    Su vida fue una continua Cuaresma, o sea un ayunar y guardar abstinencia y orar y meditar, todos los días, sin cansarse. Los religiosos decían que Julián era muy exigente y duro para sí mismo, pero admirablemente comprensivo y amable para con los demás.

    Estalló en Antioquía la persecución contra los cristianos, y el gobernador Marciano ordenó apresar a Julián y a todos sus monjes. Centenares de cristianos fueron siendo quemados por proclamar su amor a Jesucristo. Empiezan a darle a Julián terribles latigazos, con fuetes que tienen pedacitos de hierro en los extremos, pero uno de los verdugos al retirar rápidamente el fuete, es herido gravemente en un ojo por la punta de hierro del látigo. Julián oye el grito de dolor y llamando al verdugo le coloca sus manos sobre el ojo destrozado y se obtiene inmediatamente la curación.

    Los verdugos le cortan la cabeza al santo, pero en ese momento el joven Celso, hijo del perseguidor Marciano, al ver con qué gran valentía y alegría ha ido a la muerte este amigo de Cristo, se declara él también seguidor de Jesús y se hace cristiano. Esta conversión fue considerada como un verdadero milagro espiritual obtenido por el martirio de Julián.
 

SANTA BASILISA
    Nació hacia el año 290 de la era cristiana y murió en el 308. 

    Era de familia pagana, se convirtió al cristianismo y padeció por su nueva fe el martirio y la muerte juntamente con su esposo. 

    La iglesia honra la memoria de estos mártires el 9 de enero aniversario de su muerte.

En la imagen de Santa Basilisa de Villaconancio apacere la siguiente inscripción:
Regalo de Andrés Adrián, marzo de 1894

SAN ISIDRO LABRADOR

    Nació en Madrid en 1082 y se casó con María Toribia, más tarde Santa María de la Cabeza.
 

    Labrador de nacimiento, su dueño le puso a prueba, cansado de habladurías de la gente que le achacaban visitar todos los días la Iglesia antes de la labor (incluso abandonaba el trabajo para orar; cualquier situación era oportuna). Su dueño pudo observar que mientras él rezaba, milagrosamente dos jóvenes guiaban los bueyes delante del arado por el barbecho. Desde entonces el hacendado señor puso toda su labor y su tierra bajo su custodia, pues tenía un criado como jamás lo había tenido.

    Famoso hizo el refrán: "Por oír misa y dar cebada nunca se perdió jornada". El patrono de todos los hombres del campo nos dejó en 1170, y cinco años más tarde murió su mujer, a quién se invoca lo mismo cuando el hijo pequeño se le cae en un pozo, que cuando la sequía amenaza los campos.

    En 1622 fue canonizado por Gregorio XV. Se representa vestido de labrador, con un zurrón; en segundo término, una yunta llevaba por un ángel.
 
SAN ANTONIO DE PADUA

"EL SANTO DE TODO EL MUNDO" (León XIII)

    San Antonio nació en Lisboa (Portugal), en 1195 (fecha oficial). Llamado por la vocación religiosa ingresó en un monasterio a las afueras de la ciudad. 

    Ya con el hábito franciscano, desembarcaba en Marruecos en 1220. Cayó enfermo y sus superiores creyeron oportuno repatriarlo, pero en el viaje de regreso, acaba en Sicilia tras un tortuoso viaje. Allí conoce a San Francisco de Asís con quien convive y comparte los comentarios de su relación con Dios, en el convento de Monte Paula.

    Su fama comenzó a extenderse con ocasión de un sermón predicado a franciscanos y dominicos que fueron ordenados sacerdotes, en 1221. Habló de tal manera de todos quedaron maravillados de su sabiduría.

    Se ordena sacerdote y, como profesor de Teología, ejerce pastoralmente por Francia e Italia donde alcanza gran popularidad. Se dedicó a la composición de sermones para todas las festividades del año.

    Fallece a los treinta y seis años el 13 de junio de 1231 y, en el lugar de su muerte se erigió un templo en su honor, por lo que se llamó San Antonio de Padua. Al año de su muerte fue canonizado por el Papa Gregorio.

    San Antonio es invocado en todos los conflictos, y sus devotos acuden a él cuando le necesitan. Es el abogado especial de las cosas perdidas y un santo casamentero...

    Lo que no falta nunca en San Antonio es la juventud (pues era joven durante los años en que ejerció el apostolado); el hábito franciscano (porque perteneció a la orden de San Francisco de Asís; es símbolo de la austeridad propia del auténtico hijo de San Francisco en la época del primitivo fervor de la Orden); el lirio (que nos recuerda su pureza virginal; su alma era blanca y pura como los lirios); el libro (la Santa Biblia que leía con frecuencia, la estudiaba, la meditaba y la predicaba al pueblo con gran elocuencia) y el Niño Jesús. Con el Niño en brazos se quiere indicar la íntima familiaridad que tenía con Jesucristo.
 
SAN ROQUE

    Patrono de los apestados, se le representa en hábito de peregrino, con un perrillo y señalándose la rodilla donde aparece un estigma de la enfermedad. Debido a las epidemias de peste del siglo XVII su culto se popularizó por toda España, siendo multitud de lugares los que celebran su fiesta, el 16 de agosto, lo mismo que abundan las ermitas a él dedicadas.

    Nace en Montpellier en 1295. Como los curanderos o dioses, Roque tenía una cruz roja sobre el pecho y otra idéntica en el hombro. Como tantos otros santos, Roque llega a la edad adulta poseedor de cierta fortuna que reparte entre los necesitados cuando siente la llamada del Altísimo.

    Cuando fue a Roma, en los primeros años del siglo XIV, se dedica a curar a los abundantes enfermos de la peste. Es entonces cuando él mismo se contagia. El perro que lo acompaña existió realmente, colaborando en su curación cuando el Santo, enfermo, se retiró a un bosque. Vuelve a Francia donde es tomado como un espía y encarcelado hasta su muerte, tres años después.

SAN  JOSÉ
    Procedente del linaje de David, según la genealogía situada por Mateo al inicio de su Evangelio, José lleva en Nazaret la vida de un artesano. 

    Es el esposo de María, el "padre putativo" de Jesús. José es venerado en Oriente desde el siglo IV; su culto en Occidente fue realmente introducido por Teresa de Jesús y los jesuitas.

    En 1870, Pío IX lo nombra patrón de la Iglesia universal, y fija su fiesta el 19 de marzo. 

    En 1955, Pío XII instituye una segunda fiesta dedicada a José Obrero, fijada el 1 de mayo, día de la fiesta del Trabajo.

SAN GREGORIO

    Hay varios: San GREGORIO (sacerdote español), San GREGORIO Barbarigo, San GREGORIO de Slíberis, San GREGORIO de Tours, San GREGORIO Niceno... No sabemos a cuál de ellos se refiere el de la parroquia.
 

San GREGORIO Nacianceno. Teólogo y obispo de Constantinopla, padre de la iglesia griega. Perseguido por enemigos poderosos, se retiró a la soledad, donde escribió obras notables, homilías y poemas que han inmortalizado su nombre. (328-389.)

San GREGORIO. Teólogo de la Iglesia griega, discípulo de Orígenes, quien le convirtió al cristianismo, y obispo de Neocesárea. Se le distingue con el sobrenombre de el Taumaturgo. Murió hacia el 270. 

San GREGORIO. Cardenal y arzobispo de Ostia, llamado el Ostiense, que murió en 1048. El papa le envió a España con la especial misión de levantar el ánimo de los habitantes de Navarra y La Rioja en ocasión de estar estas comarcas azotadas por las plagas de la langosta y el hambre, y él, con su caridad y sus predicaciones, logró su cometido. Celebran su fiesta el 9 de marzo.

VIRGEN DEL CARMEN
El origen del nombre de la Virgen del Carmen es el Monte Carmelo, situado al noreste de Palestina. A fines del siglo XII se forma la orden de las Carmelitas o "Hermanos de la  Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo." Ellos emigran de Palestina a Europa. Allí se aparece la Virgen María a San Simón Stock en 1251, acompañada de una multitud de ángeles y llevando en sus manos el Escapulario de la Orden.

    El Escapulario de la Virgen del Carmen es un signo aprobado por la Iglesia y propuesto por la Orden Carmelitana como manifestación del amor de María por nosotros y como expresión de confianza filial por parte nuestra en Ella, cuya vida queremos imitar. En su origen era un delantal que los monjes vestían sobre el hábito religioso durante el trabajo manual. Con el tiempo asumió el significado simbólico de querer llevar la cruz de cada día, como los verdaderos seguidores de Jesús. En algunas Ordenes religiosas, como el Carmelo se convirtió en el signo de la decisión de vivir la vida como siervos de Cristo y de María.