por F. Roberto Gordaliza Aparicio |
Ed. Cálamo (2001) |
Bruja de lata, ¡qué mala pata!La hoguera debía ser apagada con siete chorros de vino agrio. Pasados siete días, el agua sería abundante.
Bruja de paja, sube al cerezo,
rueda en la rama, bruja sin pelo.
Saca la escoba, prende la hoguera,
cara de gato, bruja de esparto.
Diente de araña, cola de sapo,
noche de noche, sangre de hiena
busca a la bruja, vuela que vuela.
Miente la piedra, llora la luna,
canta el diablo, ¡bruja, so bruja!
Yo te conjuro, sal de cueva,
bruja de lata, ¡deja que llueva!
Sin embargo, no llovió. Repasaron lo que habían hecho por si algo fallaba, comprobando que todo era correcto salvo si las doncellas eran todas vírgenes. Les quedó esa duda.