JUAN DE JUNI
San Antonio, en el Museo Nacional de la Escultura de Valladolid
    Juni es un escultor francés (1507 -1577), de probable formación italiana, aunque su estilo, pertenece al gótico francés. Se estableció en Castilla en 1533. 
 
    Algunas de sus obras son el "Entierro de Cristo" que se encuentra en el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid y la "Virgen de los cuchillos". La dramática escena del "Entierro de Cristo",  impresiona profundamente. Se suceden las imágenes doloridas de la Virgen, San Juan, Nicodemus, María Salomé, la Magdalena y José de Arimatea.

    Sin llegar al estado floreciente de Berruguete, Juni ha debido de disfrutar de una saneada posición económica que se debilitó en la última etapa de su vida. Una de las pruebas de que el arte de Juni fue debidamente apreciado es que ha sido realizado por encargo de una selecta e influyente clientela, aunque ningún encargo se hace a requerimiento de la corte (no olvidemos que a esta no atraen las obras escultóricas, sino las de arquitectura y pintura). Importantes encargos le vinieron de las entidades religiosas.

    Juni tuvo tres esposas, lo cual no era infrecuente en la época, pues las mujeres tenían en la maternidad un grave peligro.
 

San Antonio, en el Museo Nacional de la Escultura de Valladolid
 
El Crucifijo de Castrillo de Don Juan

    Este bello Crucifijo de 85 cm, es rigurosamente inédito. Está colocado dentro de un retablo barroco, en el lado del evangelio de nuestra Iglesia Parroquial. Está labrado en madera policromada y su estado de conservación es satisfactorio, salvo en lo que respecta a las manos, ya que tiene rotos algunos dedos.

    Se le representa muerto. La corona de espinas está labrada en la misma madera. La cabeza aparece desplomada, apoyando pesadamente sobre el pecho. El "paño de pureza" se halla totalmente abierto, sosteniéndose de forma inverosímil, pues no aparece cuerda que ate los extremos. Juni ha apurado el estudio anatómico. El cuerpo aparece muy hinchado, sobre todo el tórax, donde un mar de curvas de suave fluencia nos viene a recordar el origen de la plástica del maestro en el barro.

    Se halla magníficamente policromado. La encarnación es a pulimento. Gotas de un rojo vivo salpican la superficie.  Acusa numerosas magulladuras y golpes, que se aprecian en la policromía por las líneas amoratadas. El paño de pureza lleva una orilla de oro como en otras obras de Juni. Conserva la cruz original, con la tarjeta del INRI similar a otros Crucifijos del maestro.

    Corresponde al periodo central de la obra del maestro. El paño de pureza forma grandes pliegues y es muy similar al del Cristo Resucitado del Burgo de Osma, con el que coincide en la forma abultada de la anatomía.