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DEL SIERVO DE DIOS |
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NACIDO EN CASTRILLO DE DON JUAN 11-Abril-1.896
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A lo largo del presente año el Vaticano procederá a fijar la fecha y el lugar para declarar beatos De la Iglesia Católica a 119 religiosos claretianos que murieron mártires por su fe durante el inicio de la Guerra Civil en el año 1.936. La mayor parte fueron religiosos catalanes y con ellos figurarán otros tres residentes en Castro Urdiales y que también fueron asesinados por su condición de religiosos, el P. Isaac Carrascal Mozo, de 40 años,, el P. Joaquín Celada y el Hno. Barrio.
Cuando me comunicaron esta noticia de beatificación me pareció interesante saber el parentesco real de los actuales Carrascal y Mozo con nuestro beato Isaac. Para ello nada mejor que investigar en los archivos parroquiales y en sus libros de bautizados.. Fruto de esas averiguaciones expongo a continuación sus resultados. En algunos casos puede que figuren algunas personas que murieron siendo niños y no se anotó al margen. En otros casos es posible que haya algún olvido involuntario. De todos modos siempre es farragosa esta clase de investigaciones por tantos nombres de padres, abuelos paternos, abuelos maternos.. Pues éste ha sido el resultado.
PARTIDA DE BAUTISMO DE ISAAC CARRASCAL MOZO
En la villa de Castrillo de don Juan, diócesis de Burgos, provincia de Palencia, a trece de abril de 1. 896, yo don Sergio Bombín Martínez, cura párroco de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, bauticé solemnemente en ella a un niño que, según declaración de sus padres, nació a las cinco de la mañana del día 11 del corriente. Púsele por nombre ISAAC y le di por abogado a S. Hermenegildo mártir. Es hijo legítimo y de legítimo matrimonio de CASTO CARRASCAL y de JULIANA MOZO, naturales y vecinos de esta villa, de oficio labradores. Fueron sus abuelos paternos LUIS CARRASCAL, natural de esta villa y CLAUDIA NÚÑEZ, natural de Covarrubias. Fueron sus abuelos maternos MARTÍN MOZO y SIMONA CALVO, naturales de esta villa. Fue su padrino Ruperto Carrascal de esta villa, casado y de oficio labrador a quien advertí del parentesco espiritual y de las obligaciones contraídas, siendo testigos Gabriel Amón y Martín Núñez, de esta Villa. Y para que conste, autorizo la presente partida, fecha tu supra.
Todos los datos que figuran a continuación están sacados de los libros de bautismo 8 y 9. El tomo 8 abarca desde el año 1.881 hasta 1.905. El tomo 9 empieza el año 1.906 y finaliza en 1.922. Mis investigaciones comienzan, pués, desde la anterior partida de bautismo.
LUIS CARRASCAL Y CLAUDIA NÚÑEZ tuvieron seis hijos: Casto, Ruperto, Juan, Manuel, Lucio y Sabas.
1.-CASTO CARRASCAL NÚÑEZ Y JULIANA MOZO tuvieron la siguiente descendencia.Casto Carrascal murió en 1.921 a los 62 años de edad dejando 6 hijos: Jacoba, Floriana, Martín, Aurelia, Isaac y Filomena. Juliana Mozo murió en 1.928 a los 70 años de edad y ya sólo figuran 4 hijos:Jacoba, Martín, Isaac y Filomena.
-ISAAC CARRASCAL MOZO
-AURELIA CARRASCAL MOZO, murió en 1.922 a los 28 años
y estuvo casada con Tirífilo Bombín y no tuvieron descendencia.
-FILOMENA
-FLORIANA CARRASCAL MOZO, murió a
los 37 años en 1.922 ,casada
con Victoriano Mozo Hortelano que tuvieron
a Orosia, a Víctor casado con
Teodora Calvo, a Baudilia, Josefa y
los gemelos Gerardo y Gregorio.
-JACOBA CARRASCAL MOZO casada con Anacleto Amón que tuvieron
a Araceli, Dolores Celsa y Angelita. Murió en 1.935 a los 52 años.
-MARTÍN CARRASCAL MOZO casó con Juliana Carrascal Amón
y en segundas nupcias con Emiliana Núñez Benito con quién
tuvo a Julia quien casó con Manuel Martínez Reyes, a Felisa
y a Valentina.
2. RUPERTO CARRASCAL NÚÑEZ Y FLORENTINA AMÓN
tuvieron estos hijos:
-ATANASIA CARRASCAL AMÓN.
-JULIANA CARRASCAL AMÓN, murió a los 25 años y
estuvo casada con Martín Carrascal Mozo y no tuvo hijos.
-EMETERIO CARRASCAL AMÓN.
-RESTITUTA CARRASCAL AMÓN Y PEDRO
CARRASCAL NIÑO, que tuvieron a Julia,
Gaudencia, Angeles y Pedro.
3.-JUAN CARRASCAL NÚÑEZ Y LORENZO NIÑO que tuvieron
a Lucrecia y a Trigidia,Tomás y Consolación casada
con Gregorio Esteban(Peñafiel) y a
Valentín, casado con Soledad Sánchez
(Teruel)
4.-MANUEL CARRASCAL NÚÑEZ Y EUSTAQUIA NIÑO tuvieron
los siguientes hijos:
-NIEVES CARRASCAL NIÑO Y NATALIO
MARTÍNEZ CALVO tuvieron a Brígida y a Siro, Nieves
y
Salvador, Eunomia, Teresa y Maximiliana.
-VENANCIO CARRASCAL NIÑO.
-SOFÍA CARRASCAL NIÑO casada con Salvador Martínez
Calvo que tuvieron a Marcela y a Luis, casado con Servilia Aragón
y a Pilar
-PERFECTA CARRASCAL NIÑO Y FELICIANO BOMBÍN con sus hijos
Leonor, Eufrasia y Manuel, Ángel, casado con Pilar Martínez
, Jesús, Dolores casada con Florentino Gómez y Felisa
-PEDRO CARRASCAL NIÑO Y RESTITUTA CARRASCAL AMÓN tuvieron
a Gaudencia, Angeles y Pedro y Jaime.
-DANIEL CARRASCAL NIÑO Y LEONOR AMÓN GONZÁLEZ
Y JESUSA ARROYO GONZÁLEZ Y TEÓFILA CARRASCAL tuvieron a Julián,
Jesús, Floren, Natividad, Dolores y Crescente.
-BASILISA CARRASCAL NIÑO
-SOFÍA CARRASCAL NIÑO Y SALVADOR MARTÍNEZ CALVO,
tuvieron a Marcela y Pilar que se casó con Ángel Bombín
Carrascal y tuvieron a Delfina y Casilda.
-PERPETUA CARRASCAL NIÑO casada con FELICIANO BOMBÍN
que tuvieron a Leonor y a Victoriano.
Manuel Carrascal Mozo murió en 1.921 a los 76 años de
edad.
5.-LUCIO CARRASCAL NÚÑEZ Y FELIPA DE LA FUENTE tuvieron
a Lucio casado con Raimunda Encinas que tuvieron a Laurentino y Ricardo
y Elisa, a Victoriano Carrascal de la Fuente de su segundo matrimonio.
Murió a los 75 años
De su primer matrimonio dejó a Ildefonso.
5.-SABAS CARRASCAL NÚÑEZ Y ÁNGELA BOMBÍN
que tuvieron a Teodora Carrascal Bombín casada con Teófilo
Calvo con sus hijos Guadalupe,
Desideria y Gregorio y Fidenciano. Antolina Carrascal Bombín
casada con Santiago Hernando con sus hijos Ireneo Esperanza y Herminia
y Sofronia.
Analizada someramente la familia Carrascal aunque habrá lagunas y quizá alguna incorrección, trataré de hacer lo mismo con la familia Mozo de la que llevaba su segundo apellido nuestro beato ISAAC.
Partiendo del año 1.850 aproximadamente
encontramos al matrimonio formado por Agustín
Mozo y María Encinas. Uno de sus hijos es BLAS MOZO ENCINAS que
se casa con PETRA HORTELANO. Este matrimonio tuvo
bastantes hijos por el número de veces
que aparecen sus
descendientes. Entre ellos citaré los que pueden parecer más
relevantes en la actualidad. Según su partida de
defunción en 1.917, a los 77
años de edad, dejaba a Esteban,
Elías, Ignacio, Victoriano, Pedro, Alejandra, Claudia y María.
En primer lugar hay que citar a MARTÍN MOZO casado con Simona
Calvo, cuyos padres
fueron también Agustín Mozo y María Encinas y,
por tanto, hermano de Blas Mozo, y que son los
padres de JULIANA MOZO CALVO, madre de ISAAC.
He aquí algunos de los hijos de Blas Mozo Encinas con sus descendientes.
1.- Esteban Mozo casado con Juliana Bartolomé que tuvieron a
-Fabriciano que casó con Priscila Arraiza
-Arsenio
-Deogracias que casó con Irene Amón y tuvo a Evelia
-Constancia que casó con Eufemio Benito
-Daciano que casó con Socorro Arroyo y tuvieron a Segismundo,Gonzalo,
Luisa y María del Carmen.
2.- Pedro Mozo Hortelano casado con Felipa Hortelano que tuvieron a
-Julio, casado con Felisa Beltrán tuvieron a Nicéfora,
Julio, Segismundo.
3.- Victoriano Mozo Hortelano que casó con Floriana Carrascal
y tuvieron a
-Josefa, Gregorio (casado con Leonarda Aragón)
-Orosia, casada con Máximo Hortelano
- Baudilia que murió a los 18 años
-Víctor, casado con Teodora Calvo
Casó en segundas nupcias con Rafaela Amón y tuvieron
a
-Eduardo casado con Fidela Villahoz.
Murió a los 47 años en 1.927
4.-Claudia Mozo casada con Lucio Núñez.
5.- Ignacio Mozo Hortelano que casó con Agustina Martínez
y tuvieron a
-Natividad que casó con Joaquín Aparicio y tuvieron a
Prisciliano.
-Abundio que casó con Esperanza Arnero
-Aquilina, casada con Antonio López
-Crescenciano que casó con Justina Arraiza y tuvieron a Begoña,
Agustina, Emilio, Floren e Ignacio.
6.- María Mozo Hortelano casada con Leandro González
que tuvieron a
-Dióscoro que casó con Marcela Martínez,, a Domingo,
casado con Magdalena Núñez y Ausencio que casó con
Asunción Martínez.
APUNTES BIOGRÁFICOS DEL BEATO ISAAC CARRASCAL MOZO
Los párrafos biográficos siguientes están sacados de una publicación del P. Ismael Torres en el año 1.954 con el título “Martirio y ruinas en Castro Urdiales”.
Primeramente situaremos el proceso que el Tribunal Eclesiástico ha seguido para la instrucción de la beatificación del P. Isaac Carrascal junto a sus compañeros el P. Joaquín Gelada y el Hermano Félix Barrio que residían en el convento de Castro Urdiales en los días de su detención y posterior asesinato.
La constitución del Tribunal Eclesiástico para la instrucción
de la Causa de los siervos de Dios tuvo lugar en
Santander el 13 de septiembre de 1.949 y dos días más
tarde ese Tribunal iniciaba sus trabajos en el
Colegio Corazón de María de
la ciudad de Castro Urdiales con las
declaraciones de los correspondientes testigos.
De este acontecimiento se tuvo constancia
en Castrillo por aquellas fechas. Yo recuerdo una estampa del siervo de
Dios, P. Isaac Carrascal, en manos de doña Herminia,
para rezar por su beatificación. Por fin, el pasado 22 de diciembre
se anunció que el Papa Francisco había aprobado la promulgación
del Decreto de Martírio que abría las puertas al proceso
de beatificación de 109 misioneros Claretianos asesinados por odio
a la fe entre 1.936 y 1.937 y entre
ellos a los tres religiosos de Castro
Urdiales. A partir de ahí, la Congregación
para la causa de los Santos fijará la fecha de la Beatificación
que será en este año de 2017.
Comienza su biografía señalando no la grandeza ruidosa
de algunas personas sino la bella ingenuidad de corazón. Por ello
es grata su memoria y digno de ser contado su paso por la escena de
este mundo. Esta frase retrata a la
perfección la personalidad interior y
exterior sencilla y humilde de corazón del P. Isaac.
Apenas se cuenta con escritos personales porque la mayor parte desapareció
con los rigores de la guerra. Quedan
algunas cartas escritas a su hermana y a sus primas monjas
y el resto de escritos personales serían
pasto de las llamas cuando el Asilo del Sagrado Corazón
De Castro Urdiales, que lo fue suyo
en las últimas semanas de su existencia, tuvo
que ser abandonado para utilización de los milicianos.
Dice su biografía: “Colindante con el distrito de Roa, de la provincia de Burgos, pero perteneciente a la provincia de Palencia, Castrillo de don Juan es un pequeño pueblo de unos 800 habitantes. Aupado sobre un alcor en la llanura monótona, espera mirarse su tranquilo caserío en las limpias aguas del Esgueva. Allí nació Isaac Carrascal el 11 de abril de 1896 y fue bautizado a los dos días. "Fueron sus padres Casto Carrascal Núñez y Juliana Mozo Calvo. Don Sergio Bombín, párroco de la Villa, dice que eran una familia honrada y de buena conducta moral y religiosa sobre la que fundamentaron la de sus hijos. En la familia se tenía una gran devoción a S. José y precisamente un 19 de marzo murió el padre cuando su hijo Isaac cursaba todavía los estudios eclesiásticos. De su madre dicen que era un ejemplo de mujer fuerte. De joven tuvo deseos de meterse monja, pero no fue posible. Por ello sentiría un gran gozo cuando dos de sus hijas se consagraró al servicio del Señor en el claustro religioso.
Una de sus nietas, religiosa benedictina con el nombre de Sor Ángeles
dice de ella: "Era una verdadera santa. A la muerte de su marido quedó
sola con una hija, pues los otros ya se habían casado;
pero aún a esta hija única
que le quedaba dio permiso para ingresar
en el convento de las Adoratrices el año 1.921. Asistía
a misa todos los días y el resto lo empleaba en el hogar o visitando
a los enfermos y haciendo obras de caridad pues los pobres, vecinos y demás
afligidos siempre encontraban una madre cariñosa
en todas sus penas. Siempre que había
nublados y demás peligros se reunían
en su casa para rezar, creyéndose allí más libre
de ellos. Siempre dio pruebas de una fe
y una conformidad con la voluntad de Dios
muy grandes, pues aquella casa, que por algunos años había
nadado en la felicidad, fue visitada, al morir mi abuelo, por pruebas muy
dolorosas...Murió el 20 de octubre de 1.928...”
El P. Carrascal tuvo seis hermanos y según
el párroco de entonces, D. Liduvino Monreal todos dejaron
grata memoria por su religiosidad y
sus buenas maneras. Una de sus hermanas, llamada Floriana,
murió a los 37 años de edad dejando a su madre Juliana
seis nietos que la abuela acogió cariñosamente y educó
en su propia casa. Otra, llamada Aurelia, pasó durante tres años
un verdadero martirio sin otro consuelo
que el de su madre. Pero en medio
de sus enfermedades se entretenía enseñando el catecismo
a las niñas pobres de la vecindad. Llorada y rodeada de estas murió
en febrero de 1.921. Su hermano Martín, único hermano varón,
murió en 1.937 sin saber el paradero
de su hermano Isaac aunque temiendo
lo peor por la revolución “roja”.
La hermana mayor, JACOBA fue madre de dos monjas
benedictinas, Sor Ángeles y Sor Milagros.
El mejor de los hijos de la familia Carrascal fue, sin duda,
Isaac. He aquí algunos de los datos que aportaron
el párroco, don Sergio Bombín y su maestro hasta los
14 años, don Matías López. Este maestro
tenía cuando enviaba esos recuerdos al autor de la biografía
ochenta años, pero recordaba el carácter de su alumno con
todos los detalles. Era el año 1.939.
"Me suplicas algún dato, algún detalle sobre la vida
y conducta de tu querido Isaac Carrascal Mozo (Concesta a Sor Ángeles).
Pues, efectivamente los conservo muy vivos. Fue siempre ejemplar
su conducta, tantas y tan bellas las
cualidades que lo adornaban que todo quedó
grabado en mi memoria....Fue perfecto modelo
de humildad y modestia y sumamente aplicado
al estudio. De carácter agradable, alegre y risueño y bueno
para sus compañeros. Cuando
ya hubo de salir de la escuela
para ingresar en el convento de los
misioneros del Corazón de María figuraba
como el primero de la clase...”
También su alumno conservó siempre un grato recuerdo
porque en todas sus cartas a la familia mandaba un cariñoso saludo
para su maestro.
Don Sergio Bombín declaraba también
que el niño Isaac fue monaguillo
desde muy pequeño con una piedad y
compostura singulares. En las explicaciones
de Catequesis y en la predicación
ponía una atención harto rara
en los niños de su edad. Se le grababan tan bien las ideas
y hasta los gestos de los predicadores que, cuando en las fiestas del pueblo
se les llenaba la casa de parientes, el pequeño
Isaac se retiraba con sus primitos a alguna habitación solitaria
y allí les repetía enardecido todo el sermón que había
escuchado en la Misa Mayor. Algunas veces el auditorio se ampliaba
y la curiosidad hacía que también lo escucharan
las personas mayores y, entonces, el orador se encaramaba sobre una mesa,
un carro o un montón de piedras y decía no palabras
sin sentido sino verdaderos conceptos religiosos
y piadosos. El siguiente párroco, don Liduvino
Monreal añadía: "No hay hombre o mujer que recuerde la niñez
del P. Isaac y que haya olvidado su constante afición a fingir la
celebración de la Santa Misa, oír confesiones detrás
de una puer ta cualquiera.... También añade
sobre su primera comunión. .... ”Ayudaba cuanto podía
en odos los actos religiosos dando ejemplo a todos por su compostura y
atención...Como por aquel entonces no se acostumbraba en esta parroquia
hacer la Primera Comunión con la solemnidad de ahora y en día
fijo, nadie recuerda la fecha de su Primera Comunión. La hizo, como
todos los niños de entonces en el día que a cada uno más
le agradaba... después, claro, de haberse preparado en la escuela
y en la Catequesis..Después siguió
confesando y comulgando con mucha frecuencia y procurando
llevar consigo a otros compañeros a quienes instaba a ello, según
afirmaciones de su amigo de la niñez, Víctor Núñez.
Alguna vez decía: Yo tengo que ser santo....Todo
esto lo recuerdan muy bien sus amigos y de la misma edad,
Víctor Núñez, Eloy Calvo,
Fulgencio Benito, Teófila Carrascal, Hermenegildo
Hortelano y su tío, de cerca de ochenta años, Pío
Núñez.
Isaac desde muy niño manifestó una inclinación
decidida al estado religioso. Su maestro decía que su
vocación era decidida y firme y la sentía en su corazón.
Al principio sus padres no aceptaban de buen grado esa decisión
según su hermana , Sor Purificación, monja benedictina en
Tórtoles de Esgueva.El maestro decía
que sus padres no se opusieron sino
que no querían separarse de su hijo
porque era el único hijo varón que les quedaba
en casa. Otra razón de sus padres era que la
prensa izquierdista había desencadenado
una furiosa campaña contra las comunidades
religiosas.
En una ocasión, como sabía que en Torresandino se encontraba
predicando en las fiestas del pueblo un Padre misionero de Aranda de Duero,
allí se fue solo y a pie sin decir nada a nadie para pedirle consejo
y ayuda.
Por fin consiguió su propósito
y el 14 de julio de 1.910 partía
para el colegio de Valmaseda acompañado de su
padre. Tenía entonces 14 años. Allí cursó cuatro
cursos completos.
Sus calificaciones fueron siempre altas o muy altas más por
su voluntad y esfuerzo que por una inteligencia muy brillante.
A los 18 años se trasladó a Segovia
para hacer el noviciado. Toda la documentación demuestra su espíritu
religioso, su bondad, su compañerismo y sus ansias por ser religioso.
El 15 de agosto de 1.915, a sus 19 años, hizo los primeros votos
de Pobreza, Castidad y Obediencia acompañado por sus padres.
Desde Segovia fue trasladado a Beire,
en Navarra, para hacer sus estudios de Filosofía
donde obtuvo el título de Doctor.
De Beire pasó a Santo Domingo
de la Calzada para estudiar Teología
Dogmática desde 1.918 a 1.921.. Según
sus compañeros sus rasgos físicos
y morales habían madurado. Era de estatura
más que mediana, frente espaciosa, tez sonrosada y morena,
semblante siempre amable, mirada ingenua y algún tanto huidiza,
modesto, semblante flaco, pero ágil en cuerpo...Nunca estuvo enfermo.
Terminó su carrera en Segovia donde recibió las órdenes
sagradas de subdiácono y de diácono y, finalmente,
el 23 de mayo de 1.923 recibió
la unción sacerdotal y al día
siguiente celebró su primera misa con
la mayor sencillez y devoción. Pocas
semanas después visitó su pueblo y fue recibido con una gran
fiesta.
Se puede decir que el P. Isaac fue un estudiante perpetuo. Entre 1.923 y 1.927 realizó sus estudios de Bachillerato Oficial en Segovia y en 1.929 obtuvo la licenciatura oficial de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. No pudo obtener el doctorado porque fue trasladado a Beire como profesor de Filosofía y Metafísica. Allí consiguió compaginar sus clases con el estudio y consiguió el título de Maestro Nacional en Zaragoza en 1.931. Dio tres cursos de retórica en Segovia y cuatro de Metafísica en Beire y desde allí fue trasladado a Castro Urdiales en 1.933 como profesor de diferentes asignaturas de Bachillerato en el colegio Barquín que regían los PP. Claretianos. En 1.939, un P. Claretiano decía: "De este Padre Carrascal oí grandes alabanzas al parroco de Armuña donde estuve por Semana Santa, a su ama y a otras personas del pueblo donde había estado el P. Carrascal siendo profesor en Segovia. Ponderaban sobre todo su fervor, modestia, sencillez y repetían frecuentemente: parecía un santo.”
Visitó por tres veces el monasterio de benedictinas de Tórtoles de Esgueva en el que tenía dos sobrinas que se llamaban en religión Sor Angeles y Sor Milagros, con motivo de las ceremonias del convento. La primera, en el mes de octubre de 1.931, en la imposición de hábito; la segunda para ser testigo de los primeros votos y la tercera en 1.935 con ocasión de su Profesión Solemne. La maest a de novicias decía de él: ?“ era un santo. Sus palabras revelaban un lma llena de Dios, dedicada solemnemente a correr por el camino de las buenas obras, a glorificar a Dios y a llevarle almas. Un verdadero religioso. Qué sabiduría para contestar a cualquier pregunta, qué recato, qué porte y qué delicadeza en sus ademanes y palabras”.
Así llegó el fatídico año
1.936 y su verano. El P. Carrascal se encontraba en Santander
desde los primeros días del mes
de julio para asistir al Congreso Nacional
de Pedagogía. En la madrugada del día 18 la ciudad
despertó sobresaltada ante las noticias del Alzamiento Nacional.
Numerosos grupos de obreros recorrían la ciudad puño
en alto e imponiendo una huelga general revolucionaria. El
P. Carrascal quiso hablar con el colegio
de Castro pero fue imposible. Al día siguiente
sacó billete en el coche de línea Santander- Castro y así
pudo volver a su colegio y ver cómo por todos los lados había
muchos grupos de milicianos armados. Cuando quiso entrar en el colegio
vio que estaba tomado por los milicianos
armados. A las puertas le dijo una
de las colegialas: Véngase con nosotras al Asilo. Este
Asilo estaba regentado por las Siervas de Jesús y en él
se educaban un centenar de niñas
pertenecientes a familias obreras o de
bajo nivel económico. Al final de la huerta había una
pequeña casita ocupada por el hortelano y criado del Convento. Allí
pasó el P. Carrascal la noche del 19 de julio. Al día siguiente
quiso saber del colegio y de sus compañeros pero las
órdenes eran de ocupación miliciana y por tanto de dispersión
de todos los religiosos- Algunos se escondieron en casas particulares y
el P. Gelada, el P. Carrascal y el Hno.Barrio prefirieron
quedarse en el Asilo y las monjas les dejaron
alojarse en la casita del hortelano.
A mediados de agosto quedaron suprimidas
todas las manifestaciones religiosas y comenzaron
las quemas y demoliciones de iglesias.
Pasaron los días y los tres
religiosos compartían la misa con los rezos y su soledad y temor
a lo que pudiera pasar. De vez en cuando los milicianos hacían
algún registro en el Asilo, pero no demasiado minuciosos. También
se iban enterando de compañeros suyos que
habían sido sacados de la cárcel para trasladarlos
a no se sabía dónde y que, después,
habían sido ejecutados. Los tres refugiados
vestían un mono de trabajo para no ser reconocidos,
pero tuvo que llegar el día fatídico.
El día 13 de octubre de ese año 1.936 a las once de la
mañana un tropel de milicianos y milicianas armados hasta con ametralladoras
acordonaron por completo el convento y entraron en el jardín
y en el huerto registrando todo minuciosamente.
Otros llamaron a la puerta del convento exigiendo
la entrega de los PP. Gelada, Carrascal y Barrio pues sabían de
cierto que se encontraban allí. En eso estaban cuando un miliciano
apodado “el chicharrillo” les comunicó que ya habían detenido
“a los pájaros´”. Y allí estaban con los brazos en
alto y bien custodiados hasta que se los llevaron
entre un gran tropel de gente a
la cárcel. ¿Cómo dieron con
ellos los milicianos? Pudieron ser vistos
desde lo alto del monte paseando por
el huerto o pudieron ser delatados por algún compañero en
los sangrientos y crueles interrogatorios.
Por la mañana del día 13
de octubre estaban ya en la cárcel y por la tarde volvió
el P. Carrascal al Asilo acompañado de
un miliciano. La vejación de esta
vuelta era, en teoría, para pedir a las monjas
450 pesetas para poder pagarse la manutención carcelaria. La realidad
fue que los milicianos hicieron buen negocio y se quedaron con ellas. En
esta ocasión, el Padre se levantó a duras penas del sillón
para dar a todos su última bendición.
Hasta bien entrada la noche los
tres religiosos permanecieron encerrados con
otros prisioneros en el coro del convento
de Madres Clarisas convertido en cárcel.
A las once de la noche fueron llevados los tres
prisioneros al convento del Corazón
de María no para ser conducidos a los tribunales
de Santander sino al lugar del suplicio. Caía una lluvia persistente
y el coche tomó la dirección de
Santander, pero en el trayecto el conductor
recibió la orden de detener el coche.
Bajaron tres prisioneros, dos vestían de paisano y el
tercero llevaba lentes y vestía de sotana. Se
encontraban en el término conocido
como “Jesús del Monte” que era
el nombre de la ermita próxima a la carretera general. Al fondo
había un espeso bosque en el que, por aquellos días,
tenían lugar innumerables fusilamientos.
Terminada la guerra, parte de ese bosque
tuvo que ser reducido a cenizas por motivo de higiene. Una vez todos en
tierra el jefe de los asesinos ordenó al
conductor que se diera una vuelta y
volviera pronto. Veinte minutos después,
el coche volvía a situarse frente
a la ermita, pero en dirección a Castro
Urdiales. Los disparos de revólver que había oído
le hizo dar por seguro que los Padres Gelada, Carrascal y el Hno. Barrio
habían sido fusilados y esa fue la voz que corrió por Castro.
Pero no había sido así. Era normal que a lo largo
del trayecto se hicieran cambios de prisioneros para que fueran fusilados
por distintos milicianos que aquellos que les habían conducido.
Estos tres religiosos fueron llevados por otra camioneta
con dirección a Santander pero se desviaron hacia Torrelavega.
A un kilómetro del pueblo, junto a un barranco fueron fusilados,
más bien acribillados en esa madrugada
del 14 de octubre de 1.936, como consta en las actas levantadas por
orden del Juzgado Comarcal de Torrelavega.
No deja de tener cierto interés lo que experimentó el hortelano del Convento, Ángel Pirtó. “....Al regresar del campo con las vacas fue cogido por un automóvil particular frente a la cuadra de la casa. Ángel se puso junto a la pared, a fin de dejarlo paso, pero el auto patinó y fue a chocar contra el mismo criado. El coche resultó con los muelles y los faros rotos. Los que iban dentro, que eran cuatro anarquistas, quedaron pasmados al ver que Ángel había sufrido sólo una rozadura en la pierna, aunque el buzo que llevaba quedó totalmente destrozado.. Dijo que había sentido una fuerza que lo levantó hacia arriba.”
En Castro Urdiales los tres siervos de Dios fueron tenidos por santos y muchos los invocaron y se acogieron a su protección y pidieron reliquias suyas en su primera exhumación y exposición de la Capilla pública ardiente del Patio del Colegio del Corazón de María.
La constitución del Tribunal Eclesiástico para la instrucción
de la causa de beatificación se formó el
13 de septiembre de 1.949 en Santander.
Y así se ha llegado a la
solemne beatificación de los tres mártires
de Castro Urdiales: El P. Gelada, el Hno Barrio
y el P. Isaac .
Que su protección nos ayude.
Del periódico “La Ilustración
de Castro” procedente del Archivo de
ese municipio, transcribo lo que publicaba en octubre de 1.996 en
el apartado “Cosas de antaño”. Naturalmente ese periódico
había sido requisado por la República.
Bajo el epígrafe “Los mártires claretianos” escribía
el periodista: “Por supuesto en LA ILUSTRACIÓN no se menciona para
nada, pero lo más destacado de aquel octubre fue la
inmolación de siete frailes del Colegio
Barquín. Sobre ello tenemos como base
documental el libro del R.P. Ismael Torres editado en 1.954 “Martirio y
ruinas en Castro Urdiales” en el que hace un amplio informe de lo acontecido
en Castro durante los años de la PRE-guerra y pormenoriza
los avatares de los frailes claretianos
y del resto del clero castrense en
aquellos meses, entre julio y octubre de
1.936, que culminó con el martirio
de siete frailes del Colegio Barquín que sumados al párroco
de Ontón y el asesinato de dos sacerdotes de Otañes, durante
la contienda, hace la cifra de diez religiosos de Castro inmolados en la
guerra.
No hay espacio suficiente en estas páginas para referirme con
mayor amplitud de todo lo que publica sobre aquel tiempo y tampoco de los
exhaustivos detalles referentes a la expulsión de los frailes
del colegio Barquín que se alojaron
y se escondieron en casas particulares
y en el Colegio Asilo del Sagrado Corazón,
en Brazomar, (ahora urbanización Las
Palmeras) a pocas decenas de metros de donde los chicos del
barrio retozábamos en el saqueado chalet de Goicuria habilitado
para escuela.
El día 3 de octubre fueron presos y atados codo con codo los
frailes Manuel Arteaga, José Martínez y Geronimo
Carazo. Este último fue quien dijo
la última misa en la iglesia
de S. Francisco el día 15 de agosto de 1.936 interrumpida
por mujeres milicianas que amenazaron con tirar una bomba
si no se marchaban todos. A estos
tres frailes dijeron que los llevaban
a Santander pero fueron asesinados en la
cuesta de la Montaña, cerca de
Torrelavega aquella misma noche.. Al día siguiente,
domingo, fueron destrozadas todas las imágenes de la Iglesia de
Samano. El día 11, que también
era domingo, los milicianos detuvieron a
un cuarto claretiano, José Garriga Pujol, al que se sospecha que
fue torturado para averiguar dónde se escondían otros frailes
y esa noche lo mataron como a los otros en la Montaña. A media mañana
del martes, día 13 de octubre de ese año 36 numerosos milicianos
y milicianas se desplegaron alrededor del Asilo de Brazomar y tomaron presos
a tres religiosos que en la madrugada siguiente fueron llevados en coche
por tres milicianos y también fueron
acribillados a tiros en la Montaña. De estos tres se publican
las fotografías de los cadáveres
y posteriormente sus cuerpos serían
exhumados y traídos al cementerio de
Castro donde reposan en el panteón noveno por la derecha de
la calle lateral del norte. De estos siete
claretianos, son estos tres los que
cuentan con mayores posibilidades de ser beatificados por el
Papa como otros muchos religiosos muertos en la Guerra Civil. Son
los siguientes: P. Joaquín Gelada
Huga, P. Isaac Carrascal Mozo y el Hno. Félix Barrio Barrio.
Todavía hubo otro claretiano que había
sido el primer director del Colegio Barquín, el P. Preciado,
al que dispararon y arrojaron por el
acantilado de Saltacaballo. Milagrosamente no murió
y fue hallado por alguien que lo atendió y curó.”
El Archivo Histórico de Castro
Urdiales ha tenido la amabilidad de
enviarme una fotografía del panteón actual de los tres
claretianos renovado recientemente y con el número 23 y cuya fecha
de vencimiento será el 21 de Septiembre de 2.041.
Es de reseñar también los comentarios del apartado “CHÁCHARA”......”En
Castro hubo un alcalde que manejó mucho
la piqueta, Ibarra, pero que Secundino
Rodríguez tenía más agallas porque
estaba derribando dos iglesias, la cárcel
y otros edificios públicos y privados.
También hacía una burla de los confesionarios que los habían
destinado a servir de garitas a los milicianos y podían servir incluso
para quemarlos. El paro obrero era casi total y se publicaba una relación
de cincuenta hombres de distintos oficios para derribar las iglesias y
otros tantos suplentes.. En ese mismo número hay
una nota manuscrita y pegada al periódico
que dice: “Requisitoria publicada por el Ayuntamiento rojo
ordenando la presentación de varios vecinos de derechas para responder
de cargos existentes contra los mismos
por haber tomado parte en el movimiento subversivo. Fecha
10 de octubre de 1.936.Firmado por el alcalde Secundino Rodríguez”.
Esta era la situación revolucionaria y anticlerical en el que
se vivió esos primeros años de la guerra. Pero esta historia
no se cuenta.
El famoso colegio BARQUÍN de Castro Urdiales, hoy Centro de Secundaria y Bachillerato con el nombre del gran director de orquesta, Ataulfo Argenta, fue construido por mandato y con el dinero de Patricio Barquín, natural del pequeño pueblo de Talledo cercano a Castro, que al igual que otros muchos emigró a tierras americanas donde hizo una gran fortuna. Desde el principio de su funcionamiento como centro de enseñanza fue regentado por los religiosos claretianos con un acuerdo con la fundación Barquín y con el Consistorio de Castro. Allí estaban en 1.936 el P. Isaac Carrascal como profesor junto a otros religiosos, profesores y auxiliares, como en su convento. Pasada la guerra, los claretianos continuaron con la enseñanza en el mismo hasta que pasó a propiedad del Ayuntamiento.
Sobre el Asilo de las Siervas de
Jesús, donde se refugiaron el P.
Isaac y sus dos compañeros cuando fueron expulsados
del Colegio por los milicianos revolucionarios, he aquí unas pinceladas
sobre su historia.
En el año 1.871 una religiosa
llamada Sor María Josefa Sánchez de Guerra, comenzó
en Bilbao la asistencia a enfermos, acompañada por otras cuatro
religiosas y tres años más tarde le dieron la
autorización para formar la congregación
de las Siervas de Jesús.Ese mismo
año se hicieron cargo del hospital
de Castro, en ruinas y semiabandono.
Con ayuda de particulares y otros organismos
en 1899 comenzaron las obras del magnífico
edificio que se construyó en Brazomar
para la recogida de niñas huérfanas
o menesterosas. Así estuvieron ayudando
con grandes sacrificios económicos y personales
las necesidades de los más pobres hasta que en el año
1.936 fueron obligadas a dejar el hospital hasta
el año siguiente en el que volvieron a sus atenciones a enfermos
y asilados. El pequeño hospital que estas monjas reformaron y atendieron
fue el pilar sobre el que se
hizo el gran hospital de Castro. La
disminución de vocaciones, el creciente
bienestar de la sociedad y la falta
de cooperación económica motivaron el abandono definitivo
del famoso Asilo de Brazomar. En esos
terrenos se levanta ahora la urbanización Las Palmeras.
Definitivamente la fecha de beatificación será el 21 de Octubre en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Para entonces conoceremos ya más detalles sobre la ceremonia.
Espero que estos breves apuntes sobre
el beato claretiano, Padre ISAAC CARRASCAL MOZO, pariente más
o menos lejano de muchos vecinos de Castrillo, haya sido de interés.
Para los creyentes ha de ser un referente en sus oraciones y para todos,
un ejemplo de cómo se puede ser santo social y religiosamente sin
necesidad de grandes portentos. Solamente es necesario poseer humildad,
sencillez, entrega en la ayuda al necesitado,
ansias de superación temporal y espiritual...en
definitiva, pasar por la vida HACIENDO
EL BIEN. Esa fue, la vida de nuestro beato Isaac hasta la muerte por su
fe.
José Antonio Tarilonte Díez