La forma del escudo de armas, basada en el defensivo
de las antiguas civilizaciones, ha seguido en cada país una transformación
con el tiempo, llegándose a una unificación recogida por
las leyes heráldicas. El actual escudo de armas español es
rectangular, con altura superior al ancho.
El escudo se divide en tres partes iguales: jefe,
centro y punta, según ocupe el tercio superior, centro o
inferior. Según las formas en que el escudo aparezca dividido puede
presentar estas características:
Reciben el nombre de esmaltes en Heráldica
los colores y metales que figuran en el campo, o de los que están
hechos las piezas y figuras. Los metales son dos: oro y plata y los colores,
cinco: gules (rojo), azur (azul), sinople (verde), púrpura (morado)
y sable (negro). En heráldica, el color amarillo y blanco tienen
el mismo significado que los metales oro y plata, respectivamente.
GULES (rojo)
Procede de la palabra turca "Guiul" que significa
rosa y el nombre genérico en heráldica de todo lo que es
encarnado. Algunos heraldos le llamaron a este color bélico, bermellón,
sanguíneo, escarlata y rojo. Su mayor virtud es la caridad. Sus
cualidades humanas son: valentía, nobleza, magnanimidad, alegría,
honor y furor. Los que tienen este color están obligados a socorrer
a los que están oprimidos por injusticia.
AZUR (azul)
Su procedencia es oriental, se le llama también
zafírico, celeste y turquí. Su virtud es la justicia. Sus
cualidades humanas son: la alabanza, la hermosura, la dulzura, la nobleza,
la perseverancia, la vigilancia y la lealtad. Los que traen este color
en heráldica son propicios para el fomento de la agricultura. Su
deber es socorrer a los servidores abandonados injustamente por sus señores.
SINOPLE (verde)
Ha sido llamado así por haberse encontrado
en la ciudad de Sínope, en Paphlagónia, una especie de greda
o mineral que dejaba un tinte de un verde excelente. Este color, curiosamente,
es el menos usado en las armerías, porque habiendo venido de Oriente,
no podía encontrarse en los escudos de las familias cuya ilustración
era anterior a las Cruzadas. Su virtud es la esperanza. Sus cualidades
mundanas son la honra, la cortesía, la amistad y la posesión.
Los que traen este color en sus armas están obligados a socorrer
a los paisanos y labradores, y más particularmente a los huérfanos
y pobres que están oprimidos.
ORO
Virtudes: justicia, benignidad y clemencia. Cualidades
mundanas: la nobleza, las riquezas, la generosidad, el esplendor, la soberanía,
el amor, la pureza, la salud, la alegría, la prosperidad, la larga
vida, el poder, y la constancia que ha de tener en los peligros. Antiguos
autores de crónicas dicen que los que traen este color en sus armas,
deben ser los primeros en ensalzar la virtud de la Caballería, en
amparar a los pobres y defender a los príncipes, peleando por ellos
hasta derramar la última gota de sangre.
PLATA
Los que traen este color en sus armas están
obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos.
LAS ESTRELLAS
Las Estrellas por su permanencia e inmutabilidad,
son muy usadas en armería. Por ejemplo: trae una estrella de plata
en campo azur. Los filósofos platónicos entendieron que el
distintivo de los grandes héroes eran las estrellas que brillan
en el firmamento, desde donde manifestaban con sus influjos las generosas
acciones que practicaron en esta vida.
LA CALDERA
La caldera, distintivo en España de la rica hombría se pinta con el asa levantada. Por ejemplo: trae una caldera en campo de gules.
EL PINO
El pino se pinta por lo general de forma que se vea el campo del escudo entre sus ramas, aunque lo contrario no es defecto. Por ejemplo: trae un pino arrancado, de sinople, en campo de oro.
Con inclinación miran sus ramas a la celestial esfera, es que puede servir de símbolo a los elevados pensamientos, y, siendo de naturaleza ígnea y fácil a inflamarse, también puede ser símbolo de un corazón ardiente y animoso.
LA FLOR DE LIS
Se pinta casi siempre de frente. Por ejemplo: trae
una flor de lis, de plata, en campo azur.
Es flor a quien su origen dio el señorío
de los valles. Es de color morado. Puede ser bella expresión de
un ánimo generoso y noble, que sabe corresponder a finezas cuanto
recibe en agravios, o de corazones valerosos que de las heridas recibidas
en repetidas lides de enemigos vencidos, hacen asunto al buen olor de la
fama de sus trofeos.
EL LOBO
Su postura regular es caminando, el pie y mano derecha en acción de marchar, que en blasón se dice pasante. Por ejemplo: trae un lobo pasante de sable en campo de plata.
Puede ser símbolo de un corazón enfurecido en los ardores de la batalla, que arrojándose intrépido sobre el escuadrón del enemigo no se satisface con los primeros despojos de su cólera, corriendo con precipitación las opuestas líneas en donde cuantos golpes ejecuta, tantas son las vidas que quita.
Algunos quieren se entienda por el tirano que usurpa
y bebe la sangre de sus vasallos, o por el pirata que en mar y tierra roba
cuanto se le presenta a la vista.
El CORDERO y el CARNERO
Guardan una misma posición en armería,
y así se pintan pasantes. Por ejemplo: trae un cordero en
campo de plata.
Víctimas de la república son los monarcas,
príncipes, señores, ministros y generales, unos y otros sacrificados
en las aras de los ciudadanos del gobierno de sus súbditos o en
los altares de la fidelidad y valor en obsequio de su dueño.
La designación de Marqués procede del
tudesco Marken, y con ella se designaba a los jefes militares a
los que se encargaba el gobierno de las marcas o fronteras. Al principio
los reyes fueron muy parcos en la concesión de esta dignidad. Felipe
II de España aumentó ya bastante su número y lo mismo
hicieron sus sucesores. En Castilla el título de Marqués
más antiguo que se registra fue el Marquesado de Villera,
del año 1366.
Los emperadores romanos llamaron a los altos empleados de su casa y a los consejeros que constantemente les rodeaban, comites, esto es, compañeros, y después Condes palatinos, o sea, Condes del palacio. No falta quien supone que Conde procede de commitere.
En la península, Castilla, Aragón, Portugal y el Principado de Cataluña, empezaron como condados, lo que evidencia la importancia de este título en aquella época. Los condados por concesión del rey o de privilegio empezaron en el título de Conde de Trastámara, otorgado en el año 1328 por Alfonso XI. De los títulos de Conde concedidos en el siglo XIV no existen actualmente mas que cuatro, entre ellos el de Valencia de Don Juan (de 1387).