Oficios

    La mayor parte de estos oficios han desaparecido, sus artesanos han fallecido, se han jubilado o han cambiado de oficio. Han contribuido a su desaparición la mecanización de las labores agrícolas y la aparición de materiales más baratos.
 

    Herrero (Heladio González, Rafa González) es uno de los oficios tradicionales que aún se mantiene en el pueblo. Antes preparaba las rejas para los arados, confeccionaba los elementos metálicos del carro y aunque aún sigue colocando rejas, arreglando arados, ha introducido en su taller la soldadura eléctrica en la mayoría de sus trabajos.

    El oficio de carretero (Manuel González) se complementaba con el oficio de herrero. En ocasiones hacían además mobiliario para la casa o útiles para las faenas agrícolas. Podían además dedicarse a la fabricación de cubas y carrales, y a su reparación.

Afilador

    Herrador (el anterior Manuel González). El empleo de animales de tiro, machos, caballos y burros o bueyes, tenía como necesidad la colocación en sus cascos de herraduras que evitaban el desgaste de los mismos, al tiempo que les libraba de golpes fortuitos en su trabajo. La colocación y sustitución de las herraduras se convierte en oficio más o menos estable; podía estar unido al oficio de herrero, pero no necesariamente.

    Los esquiladores venían de fuera. Los animales de tiro, mulos y asnos, necesitaban ser pelados, bien por higiene o bien para evitar que sudasen en exceso. El oficio de esquilador no era de plena dedicación; lo alternaban con otros trabajos.
 

    El zapatero (Cirilo Ferrero, Manuel González) remendón arreglaba zapatos y hacía alguna que otra sandalia.

    El guarnicionero (que venía de fuera) hacía arreos para las caballerías que facilitaban sus movimientos y les evitaban roces, molestias y golpes en su cotidiano ejercicio de tiro.

    El componedor (de fuera) estaba equipado con un soldador ponía "pegotes" de estaño en baldes, calderos, paraguas...

Vestidos de componedores durante la Fiesta del Turista

    El actual médico es Jesús Herranz Ibáñez. Otros médicos del pueblo han sido Marcos Casares (hace más de 30 años) o Don José. Cuando residían en el pueblo siempre estaban dispuestos para una urgencia a cualquier hora del día. Ahora tienen que venir de Baltanás o desplazarse uno mismo hasta el Centro de Salud de la citada localidad.

    Entre otros alcaldes que hemos tenido, cabe citar: Delfín (el actual), Ramón, Moisés, César, Tinin...

    Han sido muchos los maestros que se han sucedido en las escuelas de Hérmedes. Por ejemplo, Don José María.

    El párroco de Hérmedes es Don Erfidio Gómez Caminero. Vive en Castrillo de Onielo y lleva también esa parroquia. Lleva al frente de la parroquia de Hérmedes unos 26 años. Otros curas que han pasado por nuestro pueblo han sido Don Santiago Francia, Don Alberto, Don Ricardo o Ángel Rubio. El actual párroco de Vertavillo, Don Antonio Muñoz Arroyo, nació en Hérmedes de Cerrato en 1926.
 

Don Erfidio listo para entregar el trofeo a la persona mayor

Don José María
Don Antonio Muñoz

    El alguacil (Marcelino Rubio), el guarda (Santos Arroyo), el barbero (Pedro Martín, Heraclio Sevilla), el sastre (Nicolás Nieto); el adobero (Julián, Ismael); el albañil (Isidoro Nieto, Bonifacio Nieto, Pedro Martín); los pastores (Marcelino Rubio -actual alguacil- y hermanos, Antonio y Julio  Valle, Angelico Carrascal, Constantino Plazo); cualquier joven hacía de mochil, (llevaba la comida a los que trabajan en el campo); el pastor de machos o de mulas (Tomás Merino, Moisés Carrascal); el cabrero (Priscilo Herranz, Máximo); la matrona (Romana)...
 

Los dulzaineros