Este pueblo limítrofe con Castrillo de Don Juan, de apenas 170 habitantes, se encuentra a unos 80 km al SO de Burgos. Se sitúa en la Ribera del Duero (a la que también pertenece desde el punto de vista vinícola) y hasta hace unos años había en el pueblo una buena fábrica de quesos.
No hay referencias documentales sobre la existencia de esta localidad hasta el año 1069, año en el que aparece citada como "villa de Gudmario", desconocido personaje de quien tomó el nombre y a quien se atribuye la repoblación del lugar, así como la fundación de una fortaleza.
En lo eclesiástico, Guzmán dependió a partir de 1136 de la diócesis de Osma, pasando, a mitad de nuestra centuria a pertenecer a la diócesis de Burgos.
Los dos monumentos más importantes de la villa
son la Iglesia Parroquial (declarada Bien de Interés Cultural
por la Junta de Castilla y León) y el Palacio de los Guzmán,
de
la misma época
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Son muchos los apellidos nobles de la villa como
los Beltrán, Santoyo y Guzmán. Destacan dos personajes que
trascendieron esta tierra. Uno es Félix Ruiz de Guzmán,
padre de Santo Domingo de Guzmán (1170 - 1221), fundador
de la Orden de Predicadores (Dominicos).
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La familia de los Guzmán se da a conocer en la historia de Castilla y de España a primeros del siglo XII, alcanzando su esplendor en tiempos del reinado de Alfonso VIII de Castilla, el triunfador de las Navas. Descendiente de esta familia es el otro personaje que vive en el siglo XVII, Don Cristóbal de Guzmán y Santoyo, Obispo de Palencia, Conde de Pemía y del Consejo de su Majestad.
Del pasado de la villa en su momento cumbre es muestra la Iglesia Parroquial, que comienza a construirse en el siglo XVI. Es ojival del renacimiento. Impresiona su fábrica exterior, con su esbelta torre, y la armonía interior. Consta de tres naves y dos capillas adosadas. Posee retablos de los siglos XVII y XVIII e imaginaría de los siglos XIV al XIX.
El retablo principal (del siglo XVII) está dedicado a San Juan Bautista. Hay un Cristo de la Misericordia de finales del siglo XIV, dorado con el mejor oro de la época. En el altar principal aparecen los dominicos (Santo Tomás de Aquino y Santo Domingo de Guzmán) y los franciscanos (San Antonio de Padua y San Francisco de Asís) más importantes.
Don Cristóbal de Guzmán y Santoyo fue un gran mecenas para la villa. El palacio es obra suya, así como una hermosísima capilla que mandó construir para enterramiento suyo y de sus padres. La capilla se la dedicó, como no podía ser de otra manera a Santo Domingo. Durante muchos días una vecina del pueblo estuvo restaurando dicha capilla con gran amor y esmero y con resultados excelentes. También fue restaurada la bóveda hace unos cinco años.
En la capilla de enfrente aparecen San Joaquín
y Santa Ana; Santa Águeda y Santa Lucía y cuatro relieves,
entre ellos, el bautismo de Jesús. En dicha capilla hay también
el Cristo de la Agonía
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Sobresale el cuadro del Descendimiento de la Cruz situado frente al retablo principal (bajo el campanario al que puede accederse por una escalera de caracol visible desde el exterior) así como un Viacrucis moderno (con quince estaciones) hecho por una persona de la localidad.
Dentro del casco urbano se halla la ermita de la Virgen
de la Fuente, del siglo XVIII. Su fiesta se celebra el sábado
siguiente al ocho de septiembre y, a decir verdad, Guzmán se vuelca
en honrar a la virgen en sus fiestas. También la bóveda de
la ermita ha sido reconstruida, gratuitamente, por ciudadanos del pueblo.
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