Mª Jesús; ¡por qué te has ido!
por Clemente Carrascal Campos
Cuando se pierde un ser querido
de manera inesperada
deja el alma destrozada
y el corazón encogido.

Hoy ya has pasado al recuerdo
tu recuerdo es permanente
el que no podré olvidar
porque en mí está presente.

También creo que me acompañas
cuando voy al campo por las mañanas
¿Sabes por qué...?
Porque la última noche
me quedé solo contigo
y el último día también
solo me quedé.

Te di el último beso, de cuerpo presente
en mi por dentro me dije
adios para siempre.
Hoy, en mi cielo solo hay nubarrones
que presagian mis noches sin sueño
lleno estoy de dolor y amargura
y en mis ojos un llanto sincero.