Agricultura

    Cevico Navero es un pueblo agrícola. Se cultivan cereales (trigo, cebada, avena, y centeno), remolacha azucarera, alfalfa y últimamente se están sembrando girasoles...
 

    Asimismo, se cultivan hortalizas y legumbres. Lechugas, tomates, pimientos, pepinos, calabacines, patatas, alcachofas, berzas, cebollas, coliflores, escarolas, guisantes, habas, judías, puerros, repollos, zanahorias... Y en menor cantidad, espárragos y rábanos. De este modo podemos comer verduras frescas desde principios de la primavera hasta finales del otoño. Para disponer de ellas durante todo el año, suelen congelarse judías y guisantes. Los tomates y los pimientos se fríen y se introducen en botes.

    Entre las hierbas destacan los ajos, cebollinos, hinojo, perejil, orégano, romero, salvia y tomillo. 

    Hace tiempo hubo cooperativas agrarias. En la actualidad ya no.
 

Labores agrícolas tradicionales

La siembra: Preparación de la tierra: El cereal se da mejor después de una leguminosa. Tras estos cultivos se abre el suelo con labor ligera y más tarde, poco antes de la siembra, se hace más a fondo.

Siembra: El cereal podía sembrase a voleo (esparcir con la mano la semilla aquí y allá), a chorrillo (dejar caer por una estrecha abertura de la mano la simiente, directamente sobre el surco abierto por el arado) o con sembradora.

Cuidados posteriores: En primavera, sobre todo después de inviernos duros, conviene arrodillar los trigos en terrero ligero con el fin de apretarlo alrededor de las raíces y favorecer el ahijado.

El arado: Es un instrumento agrícola, que movido por fuerza animal, servía para labrar la tierra abriendo surcos en ella. En Castrillo se trabajaba con el arado castellano o arado de cama.

La siega. Equipo de la siega: hoz, hocino, dalle, guadaña, funda afiladera o colondra, zoqueta, gavillador, cuerda de atar o vencejo, respigadora, cebadera, costal, palo o majar, cuévanos, dediles... Después pasaban las espigadoras recogiendo las espigas que hubieran quedado desperdigadas.

La trilla. Se realiza con el fin de separar el grano de la paja. Podía hacerse por pisoteo de animales, por trillo o por máquina trilladora. Los trillos están formados por un tablero en cuya parte inferior van empotradas piedras o hierros de filo cortante; son movidos por animales, que ayudan al desgrane.
 

El acarreo. Consiste en sacar del campo los haces de espigas, para lo cual se empleaban carros tirados por caballerías. La recogida y carga, en el carro, del heno o de la paja, se llevaba a cabo con las horcas y los bieldos de madera, en forma de tenedor con cuatro o más dientes.

Limpieza. La limpieza podía realizarse a mano o a máquina (con máquina aventadora). Equipo: bieldo, bielda, gario, garia, cribas. Se llama aventado a la operación que tiene por objeto separar el trigo de la paja, naturalmente, cuando la mies ha sido triturada y desgranada por medio de trillos ordinarios.

A la panera y al pajar. Después de cribado el grano, se guardaba en el granero. El trigo se metía en sacos, llenándolo con medias fanegas. Una vez almacenado el grano, se guardaba la paja en el pajar. Finalmente, se barrían las eras con escobas de cabezuelas.

    En primavera los carboneros iban a cortar leña al monte. Solían ir en carro muy lejos del pueblo, hasta Álava o Madrid. Regresaban ya en el verano para la siega. Tras cortar la leña, la troceaban, descortezaban (vendían la corteza a los de Villarramiel que la empleaban para curtir las pieles) y hacían el horno. Quemaban la leña sin arder, tapándola con tierra. Cuando se ha enfriado el horno lo destapan y ya estaba el carbón hecho.
 

La vendimia

    Aunque ya no hay viñas en el pueblo, sí que las hubo anteriormente. Creemos que es interesante recordar el proceso de la elaboración del vino.

    El primer paso del calendario agrícola del viñedo es la plantación, aunque esta labor no es siempre necesaria, porque generalmente las cepas pasan de generación en generación. En el caso de que se plante, se realiza, tras las heladas de enero y febrero, con un injerto. En la actualidad este injerto se realiza en los viveros. Por estas mismas fechas, las cepas antiguas se podan con tijeras para que den menos racimos pero de mayor tamaño.

    Dado que es zona de secano a la cepa se la descubría en invierno, para que cogiese la humedad, y se la tapaba entre mayo y junio hasta la vendimia, para que la conservara todo el verano. Este trabajo era llevado a cabo con azadas. Con la implantación del arado y del tractor las cepas se plantan de diferente forma.

    Aunque se han utilizado los yugos de las viñas, los más generalizado era dar una mano de arado con un solo animal para remover la tierra en profundidad y mantener siempre el hueco del terreno, mientras que el trabajo superficial, realizado en junio, se llevaba acabo con el binador para limpiar de hierbas y cardos tanto el barbecho de cereal como los majuelos.

    Desde el momento en que empieza a brotar la uva hasta casi la época de la vendimia es necesario controlar la posible aparición de plagas. De ellas las más comunes son el Oidio (polvillo blanco en hojas y racimos que detiene el crecimiento de la piel provocando grietas y rajas en los granos), tratado con azufre; y el Mildiú (ataca a la vid produciendo su desecación y exfoliación prematura), combatido con fungicidas.
 

    A últimos de septiembre o primeros de octubre comienza la época de la vendimia, actualmente es una labor de carácter familiar. Era costumbre hacer "lagarejos", que consistían en frotar la cara de la gente con un racimo de uva. El instrumental de vendimiar está formado básicamente por un garillo, cuyo filo curvo facilita el acceso a los racimos más escondidos, y cestos de diferente tamaño y capacidad. El grande, de mimbre, era para transportar hasta 115 kg. de uva, mientras que el pequeño llamado cunacho, tenía una capacidad de 15 a 20 kg., y era el que llevaba el vendimiador. Actualmente han sido sustituidos por capazos de goma y sacos de plástico, ya que con los tradicionales no sólo se perdía mosto sino que también acumulaba barro en su base haciéndolos más pesados.

    La uva recogida se lleva al lagar donde se realiza la prensa para transformarla en mosto. Las prensas tenían antiguamente una gran viga, realizada generalmente con madera de olmo y de una sola pieza. Cuando se deja salir el mosto se hacen las callejas con una horca o a mano dejándolo muy limpio y sin hollejos. En el mismo lagar con o sin bomba, el mosto obtenido se introducía  con un embudo en los pellejos que eran la piel de un chivo dada la vuelta con las manos atadas.

    Con los pellejos se transportaba el mosto del lagar a las bodegas. Actualmente se transporta en garrafones. Una vez allí se llenan las cubas que han sido previamente lavadas. En un primer momento las cubas no se llenan en su totalidad ya que la primera fermentación del mosto se realiza de forma violenta echando mucha espuma. Tras los diez primeros días se puede llenar más la cuba y da comienzo una segunda fermentación más lenta que dura prácticamente hasta Navidad. En algunos casos este segundo proceso se realiza tras el trasiego de una cuba a otra, retirando de esta manera las heces de la primera. Durante la fermentación del mosto a veces  resulta imposible entrar en las bodegas debido al tufo.