Oficios

   La mayor parte de estos oficios han desaparecido, sus artesanos han fallecido, se han jubilado o han cambiado de oficio. Han contribuido a su desaparición la mecanización de las labores agrícolas y la aparición de materiales más baratos.

    Carretero. (Julio Benito). El oficio de carretero se complementaba con el oficio de herrero. En ocasiones hacían además mobiliario para la casa o útiles para las faenas agrícolas. Podían además dedicarse a la fabricación de cubas y carrales, y a su reparación.

    Herrero (Emilio Benito, Fabián). Es uno de los oficios tradicionales que aún se mantiene en el pueblo. Antes preparaba las rejas para los arados, confeccionaba los elementos metálicos del carro y aunque aún sigue colocando rejas, arreglando arados, ha introducido en su taller la soldadura eléctrica en la mayoría de sus trabajos. A esta labor se ha unido la fabricación de puertas de chapa y verjas de hierro para las ventanas.

    Herrador (Jesús Rodríguez). El empleo de animales de tiro, machos, caballos y burros o bueyes, tenía como necesidad la colocación en sus cascos de herraduras que evitaban el desgaste de los mismos, al tiempo que les libraba de golpes fortuitos en su trabajo. La colocación y sustitución de las herraduras se convierte en oficio más o menos estable; podía estar unido al oficio de herrero, pero no necesariamente.

    Esquilador (Honorio esquilaba el ganado; el que venía de Renedo se llamaba Gregorio y los Caliches eran de Cabezón). Los animales de tiro, mulos y asnos, necesitaban ser pelados, bien por higiene o bien para evitar que sudasen en exceso. El oficio de esquilador no era de plena dedicación; lo alternaban con otros trabajos.

    Zapatero (Vicente). El zapatero remendón se dedicaba al arreglo de los zapatos y confección de alguna que otra sandalia.

    Componedor u hojalatero (Venían de Valladolid). Equipado con un soldador ponía "pegotes" de estaño en baldes, calderos, paraguas...
 

Las cacharreras, por Justo Ortega
Plato arreglado por el componedor

    Guarnicionero. (Lucas Ruiz. antes de éste se iba a Villarmentero. También venían de Valladolid) Hacía arreos para las caballerías que facilitaban sus movimientos y les evitaban roces, molestias y golpes en su cotidiano ejercicio de tiro.

    El actual médico es Don Miguel García Blas (reside en el pueblo en el verano). Algunos médicos han vivido aquí como Don Silvio, Don Mauro González.

    Entre otros alcaldes que hemos tenido, cabe citar: el actual, Jesús Movilla Marqués o José Elvira Recio, Mariano García, Amadeo, Vitorio Ruiz, Pablo Torres...

     Desde hace unos tres años, el cura es Don Jesús Lázaro, reside en Valladolid y lleva además las parroquias de Renedo y Villarmentero. El anterior párroco era Don Paulino. Otros: Don Valentín (residía en Renedo), Don Helario, Jerónimo Viña (vivía aquí), Tomás y su hermano Teresa, Don Martín vivió en el pueblo toda la vida.
 

Don Valentín

A la izquierda, Don Jesús durante Las Águedas 2001.
Arriba, Don Valentín

    Han sido muchos los maestros que se han sucedido en las escuelas de Castronuevo: Doña Celia Martínez Ruiz, Don Edilberto, Doña Mercedes Abril, Doña Carmen Serrano, Don Ovidio, Doña Demetria, Don Maximino Puertas...

    El actual alguacil es Teodoro del Olmo. Otros han sido Honorio Rodríguez, Jesús Rodríguez, Amadeo...
 

Jacinto Recio junto al alguacil, Jesús Rodríguez
Teodoro del Olmo, actual alguacil, el día de Águedas (año 2001)

    Otros oficios y profesiones:

    De Puente Duero (en la actualidad es un barrio de Valladolid) venían a vender por las calles ramera (leña del pino). Se vendían por cargas de cinco hacejillos cada una. Traían muchas cargas de leña también a las panaderías.

    Agripino Marcos vendía manojos.

    Hubo también una fábrica de aguardientes en San Quirce. Allí también había lagares y pisaban la uva.

    Los bares se llamaban antiguamente cantinas. Algunos de ellos eran: el de Flumencio, el de Aristarco, el de Agripino Marcos... Hubo una época en la que convivieron tres bares, el de Agripino Marcos -desde el año 50 al 75-, el de Honorio Rodríguez -estuvo sólo dos o tres años- y el de Miguel Calvo.
 

Bar de Miguel Calvo, en la esquina Mediavilla, inaugurado hacia el año 1965
 

    Entre las panaderías tenemos la de Vivencio Rodríguez (padre de Honorio, el alguacil), la de la señora Irene y la Mere Recio. Se cerraron hace más de 40 años. El señor Fernando la Varga tenía el horno en Villarmentero y ha traído el pan a Castronuevo desde ese pueblo. Ahora lo trae desde Valladolid.

    Carnicería. Lucinio venía a despachar desde Olmos. Su hijo Maurino ha tenido la carnicería unos 40 años (hasta hace dos).

    Tienda de ultramarinos. León Calvo (abuelo de Justo Ortega); Bernardino Calvo tuvo la tienda frente al ayuntamiento. La última tienda que ha habido ha sido la de Pablo Mosquera que se cerró después del verano.

    La posada era la de la señora Gregoria y su hija Carmen hace 50 años.

    A la salida del pueblo, junto a la carretera, en una construcción ya en ruinas se situaba el Ventorro, que en tiempos fue una posada. Solían pernoctar allí y cambiar los caballos otra de similares características había en Esquevillas.
 

Antigua tienda de ultramarinos de Bernardino Calvo y su hijo Domingo
El Ventorro

    Un molino se situaba en lo que llamamos la fábrica. Abastecía de luz a Villarmentero, Castronuevo, Renedo, Olmos, Villanueva de los Infantes y Villavaquerín. También hubo dos tejeras: en el Paramillo y en la falda de Santolaya. Castronuevo tenía el transformador a la entrada del pueblo, donde está el cuartel de la Guardia Civil.
 

Tejera de los hermanos Román y Antolín Gallego, en la falda de Santolaya.
Cantera de piedra entre el camino de la Fuente y el camino de los Arrieros