Como podéis observar nuestra plaza esta tarde rezuma alegría, algarabía, unión fraternidad, lazos de amistad de unos con otros. “Hombre, cuanto tiempo sin venir al pueblo, que tal está la familia, venimos a pasar estos días de fiesta con nuestros paisanos, hace un año justo desde las anteriores fiestas que no nos veíamos”. Que nadie se sienta en tierra extraña, ni forastero en nuestro pueblo. Todos y todas, quién más quién menos tiene raíces en nuestro pequeño pueblo del Cerrato que en estos días se hace grande, abierto, alegre, solidario y ante todo festivo.
CASTRILLEROS Y CASTRILLLERAS HOY NOS VESTIMOS DE FIESTA.
Yolanda Baray en uno de sus poemas del alma titulado “VAMONOS DE FIESTA” nos invita a vivir este acontecimiento:
“HOY MI CORAZÓN SE ALEGRA,
NOS ESPERA MUCHA DIVERSIÓN.
ENTRE MÚSICA Y AMIGOS,
SEMBRAMOS EMOCIÓN.
ARREGLATE DE FIESTA,
QUE VAMOS A BAILAR,
ENTRE PLÁTICAS Y RISAS,
HAZ LA MÚSICA SONAR.
Las fiestas son también actividades culturales y diversiones que se celebran en una localidad, en unos días determinados. Simple y sencillamente es echar un vistazo al programa de fiestas y poder comprobar que no hay ni lugar, ni momento para el aburrimiento, que el que no se divierta y no disfrute es porque no quiere. Aparte de lo ya celebrado en nuestra Semana cultural nos esperan días para el disfrute de niños, jóvenes y mayores, echémonos a la calle y disfrutemos del pueblo y sus gentes.
NUESTRAS GENTES DE CASTRILLO, NUESTROS LUGARES.
Las bodegas, lugar de acogida y hospitalidad para todo castrillero, para todo aquel que quiera probar un buen vino tinto, clarete o blanco, de este carral o del otro, con unos cacahuetes y un poco jamón en una charla animada, en las cuales cataremos y saborearemos que vino está mejor y es de más calidad.
El prao, lugar de muchos encuentros deportivos,
tanto de futbol, fulbito. Baloncesto, frontenis, tarusa, juegos autóctonos
y donde podemos disfrutar como
otros años de la paella popular.
La plaza, centro de referencia de nuestras fiestas, lugar de niños y mayores, donde hemos podido ver como se disputan la victoria en la meta o como se llenan de agua o de espuma, y porque no, una visita a la tómbola, la celebración de una peña que cumple diez años o el pasodoble torero que bailan gentes de todas las edades y el chocolate o las sopas de ajo para decir que el ritmo y la música no paren y calentar el cuerpo.
Los bares, lugar de alterne y conversación, donde los vinos y las cañas parece que se beben solas en un ambiente tan festivo y tan cordial.
También ponemos en común nuestro espíritu cristiano, castrillero y castellano en nuestra Iglesia de la Virgen de la Asunción, donde la música se hace canción y la canción letra en torno a la mesa del altar.
Nuestras gentes. Un recuerdo y agradecimiento para nuestra Asociación Cultural y Deportiva San Antonio de Padua, que hace posible junto a nuestro ayuntamiento que podamos celebrar estos días de alegría y diversión.
Ha llovido y ha escampado, han pasado ya muchos años desde aquel 31 de Diciembre, en torno a la hoguera con nuestras cachabas y escarapelas y con nuestra canción cuyo estribillo decía así: (se puede cantar)
TODOS LOS QUINTOS DEL SIETE,
SOMOS LOS MAS ELEGANTES,
PORQUE NOS DICEN LAS QUINTAS
PARECEIS TIERNOS INFANTES.
Aquí estamos los quintos y quintas de 1967 en torno a una veintena para celebrar con vosotros las fiestas, vestidos de gala, alegres y contentos. Han pasado cincuenta años desde que vinimos al mundo, la mayor parte de nuestra infancia la pasamos aquí con nuestras familias, padres y abuelos. Dña Sira la primera maestra que tuvimos en la escuelas de la plaza, el babi manchado de plastilina, las regletas para construir, los partidos de futbol en medio de la plaza y cuando venia un camión o un coche hacíamos tiempo muerto, éramos felices y disfrutábamos de la alegría de crecer en un pueblo. Con D. Leonardo cura y párroco de nuestro pueblo pasamos gran parte de nuestros años, las catequesis con el catecismo del Padre Astete, las excursiones que organizaba con los maestros en la escuela, la clase de Religión, las fiestas que nos preparaba en el prao. Dña Raquel también nos recibió con los brazos abiertos, por cierto su hija Raquel es una de nuestras quintas y estará con nosotros, aprendimos cantidad. D. Blas y sus clases, hombre peculiar donde los hubiera, amigo de los caramelos como premio de sus alumnos y alumnas. D. Servilio Tarilonte maestro de pueblo, estricto pero muy capacitado para aquellos tiempos de docencia, hombre culto y religioso y en el recuerdo sus buenos paquetes de Ducados que fumaba mientras impartía clase en las escuelas de arriba. Parte de nuestra vida ocupados en la escuela y el otro tiempo en la era jugando al futbol con las carteras de porterías, las partidas de cartones, el ir a matar pajarillos con la escopeta, a pescar truchas al esgueva. Hacíamos chocolate en las bodegas, se ataba el canto a las mozas, jugábamos al linke, a la goma, a la cuerda, a pillar, al voleibol…
Somos de la generación del 67, de la Pepsi, donde la Coca-Cola hacía furor en todos los países y en todos los hogares. En el 67 comenzaba a ser España, destino de turismo internacional y salían a la luz los primeros bikinis en las playas españolas. Apenas había ordenadores, no existía la Tablet, ni el móvil, ni el wasap, ni las redes sociales, no se podía entrar en Facebook, ni chatear. Era la época del diskette, se leía a Gabriel García Márquez, Azorín, Miguel de Unamuno.
Pero no faltaba la quedada con los amigos en la calle alta, correr por el pueblo jugando al escondite sin horarios, sin peligros, disfrutando nuestra infancia, nuestra adolescencia hasta llegar a la edad adulta.
Años y años que han pasado, pero volvamos a nuestra plaza, al presente a escuchar otro relato de nuestras gentes, a ver como el cohetón sube y da inicio a nuestras fiestas de verano CASTRILLEROS Y CASTRILLERAS.
VIVAN LOS QUINTOS DEL SIETE.
VIVA CASTRILLO Y SUS FIESTAS.
VIVA CASTRILLO.
