Castrilleros,
Bienvenidos otro año más al esperado pregón
de fiestas que supone el inicio de unos de los mejores días del
año y sin duda los más alegres para este pueblo.
Este año somos nosotros, los quintos del 66, quienes inauguramos
las fiestas del verano desde este Ayuntamiento, donde estaba nuestra primera
escuela, y en esta plaza, que ha sido nuestro patio en los recreos.
Somos de Castrillo y de él tenemos la dureza y la nobleza
castellana. De este pueblo hemos aprendido a acompañar en las penas
y compartir alegrías, respetar a los mayores, recordar a los ausentes,
y a “echar una mano”.
Un pueblo abierto, para ser de Castrillo no hace falta haber nacido,
basta con quererlo y sentirlo como propio.
Un pueblo con las puertas abiertas y vida en la calle, donde siempre
hemos entrado en cualquier casa sin llamar y donde para estar con alguien
o pasar el rato basta con salir a la plaza, al bar, al taller o a la bodega.
Nuestro carácter se ha forjado jugando entre estas calles.
Oyendo historias de emigrantes, de campos, de carros, de trillos y de atardeceres
con cantos de segadores. Buscando nidos, moras, setas, tallos o caracoles;
sacudiendo nogales y almendros; regando el huerto; haciendo el vino o yendo
a vendimiar con la cuadrilla.
Aquí hemos pasado largos veranos de rodillas sin curar, de
tardes bañándonos en el río y de noches de juegos.
Mucho podemos contar de peñas, meriendas, juergas y amaneceres
en las bodegas.
Juntos hemos celebrado Navidades de nocheviejas con hoguera en la
plaza, canciones de quintos y cantares de Reyes en cada casa; carnavales
de disfraces y meriendas; el día de los Santos con sus coronas trenzadas
en familia; San Andrés con su cagadillo y sus cañamones;
San Isidro con su bendición de campos; San Antonio, nuestro patrón,
con su novena, su procesión de jotas, danzas y vivas, su charanga,
sus juegos y sus verbenas; o las fiestas del Niño, de vendimia,
de matanza y de verano.
Que sean estas las mejores fiestas que podamos disfrutar y que nos
sirvan, además de para divertirnos, para el reencuentro y para revivir
en los niños y en los jóvenes los valores de este pueblo.
Que nos sirvan también para animar a los que se quedan y aliviar
la pena de los que tendremos que irnos pensando en volver.
Castrillo estará aquí con su Segadora, la Diosa Ceres,
siempre esperándonos.
Somos de Castrillo, aquí están nuestras raíces,
nuestra familia, nuestros amigos y nuestra historia.
Aquí está nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestra
casa, lo mejor que tenemos para compartir con todos vosotros.
Viva Castrillo!!!