PREGÓN DE FIESTAS
CASTRILLO DE DON JUAN
Viernes, 5 de agosto de 2005

    Señor Alcalde, Autoridades, Miembros de la Corporación Municipal...
 
Es para mí un honor poder dedicar unas palabras a mis antiguos alumnos/as, que han pensado en mí para este pregón, a sus amigos y amigas, padres, familiares y habitantes de Castrillo de Don Juan y dar comienzo con ellas a las fiestas de verano que os reúnen a todos y que los jóvenes preparáis con entusiasmo y alegría.

    ¿De qué puedo hablaros yo, más que de la escuela, de los años que he pasado en ella y de la importancia que tiene en la vida de un pueblo por ser la base de la educación de sus futuros habitantes?

    Cuando se jubiló D. Servilio, allá en septiembre del 78, llegamos cuatro nuevos maestros llenos de proyectos para desempeñar la tarea que se nos había encomendado. Por motivos familiares solo quedé yo de aquellos cuatro y, junto a otros compañeros, aquí me tendréis a pie de aula, hasta que la edad permita dejar mi puesto a nuevas generaciones muy bien preparadas que, sin duda, realizarán su labor con plena dedicación y esfuerzo.

    Voy a hacer un breve recorrido por los años pasados y comentar algunos avatares que el tiempo trajo y llevó consigo.

    ¿Quién no recuerda aquellas estufas de serrín que mitigaban el intenso frío invernal que se colaba en nuestras aulas? Vosotros teníais que llenarlas cada mañana colocando unos gruesos palos y calcándolo bien pues si se hundía el invento, se tapaba el respiradero por donde se iba quemando poco a poco. ¡Qué fiesta el día que lo traían!, había que guardarlo en el almacén, esto lo hacíais siempre los mayores.

    Recuerdo una fría mañana en la que habíais salido al campo. Cuando regresabais estaba la inspectora de visita y todos derechos a calentar las ateridas manos en la estufa. Ella no dijo nada pero, a los pocos días, recibimos un comunicado ofreciéndonos sendas estufas de butano que retiraban de otra escuela en las que también resultaban obsoletas. Así andaban las cosas entonces.

    Ahora ya disfrutamos de una moderna calefacción y no tenemos que preocuparnos de su funcionamiento gracias al Ayuntamiento que se encarga de todo a través de Agustín, y cuando empezamos las clases ya tenemos las aulas bien calientes.

    Por aquellos primeros años, con D. Julián participabais en numerosos deportes escolares organizados por la Diputación palentina. Muchos sábados viajabais a Palencia. Las chicas fueron campeonas de voleibol y ganaron varias competiciones. Disfrutando de una semana de vacaciones en las piscinas de Palencia, como merecido premio, perdimos a Ana Isabel Martínez; fue un golpe terrible y un amargo verano para todos.

    En los recreos se llenaba el patio, entonces había 70 alumnos, y más de una vez, un empujón de un niño mayor a otro pequeño nos dio un buen susto que no trascendió a más gracias a Dios. También el hielo que se forma en algún rincón del patio, le costó a Rosa un brazo roto y demasiado poco cuando resbalabais por la Cruz con los sacos de plástico. Se ponía la carne de gallina pensando en lo que pudiera pasar.

    Más tarde fuimos pioneros en el uso de ordenadores. Habíamos solicitado pertenecer al Proyecto Atenea con otros pueblos de la zona y nos lo concedieron. Durante el curso 86-87 nos dotaron de un Olivetti M-19, Dña. Trini era la encargada de su uso. Enseguida nos mandaron otro igual. Todavía existen esos ordenadores y seguimos utilizándolos; también tenemos un ICL 486 y un Pentium III. Esperamos otro más actualizado en cualquier momento. Y, aunque contamos con un equipo de mantenimiento, nunca nos falta el apoyo de Iñaki que nos echa una mano cuando es necesario.

    ¿Qué diremos de las fotocopias que se hacían en una caja de metal con cola de pescado y papel calcante? Ahora también disponemos de una fotocopiadora, bastante antigua, por cierto pero funcionando, con un escáner y dos impresoras. Vamos, que estamos a la última.

    También por entonces el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) nos dotó de un mobiliario totalmente nuevo gracias al apoyo de una persona del pueblo que puso su granito de arena para la escuela.
 

    Siempre hemos mantenido una buena relación con las escuelas de otras localidades, hemos participado en convivencias, excursiones, escuelas viajeras, fiestas de fin de curso, etc. Seguimos haciéndolo pero ahora con los pueblos de Burgos porque desde el año 93 pertenecemos al Colegio Rural Agrupado "Antonio de Nebrija", con cabecera en Torresandino.

    A veces nos sentimos un poco molestos porque, en algunas actividades que organiza la Diputación de Burgos, nos ponen trabas para venir a recogernos. Sólo ocurre en contadas ocasiones, son pequeños problemas políticos que se solucionan fácilmente. Hemos de pensar en la parte positiva que se nos ofrece perteneciendo a este CRA.

    Como la distancia entre localidades es poca, los profesores especialistas itinerantes tardan muy poco en desplazarse y, los niños, están muy bien atendidos en esas materias.

    Por otro lado el poder estudiar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachiller en Roa también creo que es positivo pues podéis estar más tiempo con vuestros padres y disfrutar de la familia. Tiempo os quedará de salir a ampliar estudios o a trabajar y sólo podréis venir a casa en vacaciones.

    Podría seguir enumerando infinidad de anécdotas pero, no quiero alargarme y volvamos al presente.

    Tenemos un edificio totalmente moderno, se ha renovado el tejado, las ventanas, y ahora la carpintería, el pavimento y los baños. También es obra del Ayuntamiento que se ha ocupado de poner los locales al días, con ello demuestra que es consciente de la  trascendencia que tiene la escuela. Un pueblo sin escuela es un pueblo sin niños, sin familias jóvenes, sin futuro.

    Pues en esta escuela queda vuestro paso por ella. Allí se guardan trabajos que hicisteis en disquetes de 5 1/4, en vídeos de teatros que representasteis, de convivencias, en fotos, en cuadernillos de poesías, en maquetas, estanterías... Todo está a vuestra disposición si algún día os apetece pasar por allí a ojearlo.

    Quiero aprovechar para decir a los padres la importancia que tenéis en la educación de vuestros hijos, que os preocupéis de ello, que confiéis en los maestros, que preguntéis cuando tengáis alguna duda o inquietud, que sigáis colaborando cuando os lo pidamos pues cuando preparamos las actividades sólo deseamos lo mejor para todos y cada uno de los alumnos que tenemos a nuestro cargo y que son también "nuestros niños".

    Y ya termino deseando a todos unas felices fiestas. Que disfrutéis sin olvidar que la convivencia es respeto mutuo. Evitad todo asomo de maldad, grosería e irreverencia. Continuad haciendo que Castrillo siga siendo un símbolo de acogida, cordialidad, concordia y libertad. Que siga reinando la alegría y la solidaridad. ¡Qué disfrutéis a tope!

    Gracias por escucharme

¡¡¡ FELICES FIESTAS !!!

Y

¡¡¡VIVA CASTRILLO!!!