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El actual edificio del Ayuntamiento de Castrillo
de Don Juan fue construido en 1996, en el lugar donde se situaba el anterior.
Los arquitectos encargados del proyecto fueron: Álvaro Gutiérrez
Baños, Luis Roberto Muñoz González y José Antonio
González Delgado. El presupuesto final ascendió a algo más
de 39 millones de pesetas.
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Ayuntamiento de Castrillo de Don Juan y placa conmemorativa del nuevo edificio |
Durante los meses que duró la construcción del nuevo edificio las reuniones se celebraban en el edificio destinado a diversos usos de la Plaza de los Caidos.
Asistieron a la inauguración de la nueva casa consistorial, el conde Orgaz, además de otras autoridades.
El Ayuntamiento abre sus puertas los lunes y los
miércoles, de 10.00 a 15.00 horas (aproximadamente).
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El actual secretario del Ayuntamiento es Domiciano
Delgado Núñez, quien se encarga además de Antigüedad.
Otros secretarios que ha tenido el ayuntamiento han sido: Carmen Merino,
Rosa de la Peña, Pedro Camacho, César Escudero Bueno,
José María Crespo, Fernando Cabezón, Ana Mari, Don
Pepe...
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No pertenecemos a ninguna Mancomunidad por motivos
económicos.
Disponemos de contenedores de vidrio de los que se encarga una empresa privada. |
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En Septiembre del año 2006 los vecinos recibimos una carta de Caja Duero en la que se nos comunicada que cerraban la Sucursal de Castrillo obligándonos a desplazarnos hasta Baltanás. Todo el pueblo se movilizó en los días posteriores consiguiendo que al menos una "Caja-Bus" llegue hasta nuestra localidad un día a la semana. Desde junio del año 2007, está abierta una oficina del Banco de Santander, de lunes a viernes (de 11 a 13). |
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Curiosidades
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Sucedió hace 50 años... Decir después
de 50 años a las nuevas generaciones que en Castrillo de Don Juan
había muerto un hombre de un cañonazo suena un poco a ciencia
- ficción. Pero eso había ocurrido exactamente. El muerto
se llamaba Santiago Alejos y tenía 60 años de edad. Se encontraba
al cuidado de uno de los cañones montados en Castrillo para dispararlos
y conjurar los peligros del pedrisco. Por lo visto, Santiago no adoptaba
las mínimas precauciones para cumplir su cometido; le había
construido una especie de cueva, desde donde debía acionar el mecanismo
del cañón mediante un cordel, pero él prefería
disparar pulsando directamente el gatillo. Total, que reventó el
cañón y le destrozó el pecho, causándole la
muerte instantáneamente.
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